miércoles, 11 de mayo de 2011

... Rafael, Las Hilanderas y Noticias Frescas de Cannes.

El Triunfo de Galatea

Con este precioso fresco en la villa Farnesina Rafael nos muestra a Galatea huyendo del amor del cíclope Polifemo lanzándose al mar, rodeada de tritones y nereidas que, bajo las flechas de Cupido, se entregan al amor carnal, a diferencia de nuestra heroína, que renunciando a Polifemo, renuncia a ese amor terreno. Galatea aparece representada en plena búsqueda del amor platónico, del ideal de amor, que para ella es el pastor Acis, que no le corresponde.Así, para retratar el amor perfecto Rafael ilumina el cuadro de forma clásica: luz nítida, clara y pura, esos azules celestes que nos transportan a ese mundo extracorpóreo... Sin embargo no deja de revolucionar, combinando ese clasicismo con la inclusión de elementos dinámicos, pues todas las figuras están en plena actividad, y de líneas curvas en la composición del fresco. Casi se siente el aire que mueve el velo de Galatea. Lo fascinante es comparar la mirada seductora de la nereida del primer plano con la de Galatea, trascendente, mirando al cielo, iluminada por el amor neoplatónico. Con su Galatea, Rafael plasma su ideal de belleza, su canon de perfección.


Cupido y las Tres Gracias

Pero doblemente interesante resulta después observar, en la misma villa Farnesina, este fresco de una de las logias, a mi modo de ver, una de las obras más bellas que pintó nunca Rafael, si bien no es muy conocida. La comparación entre pinturas es curiosa porque ésta no deja de ser la antítesis de su Galatea, en el sentido de que estas Gracias rezuman erotismo y carnalidad, pero sin abandonar nunca la elegancia y la delicadeza de Rafael. Delicadeza que alcanza su máxima expresión en la Gracia que se encuentra en escorzo, dándonos la espalda, en mágico equilibrio sentada sobre una nube sin apoyarse en nada más que en los dedos de un pie precioso. 


Madonna Sixtina

Y para quienes no ubicaran a los famosos ángeles de Rafael, he aquí la obra a la que pertenecen. Pero lo que merece la pena mirar en esta pintura, más allá de la anécdota de los ángeles, es la incomparable belleza de la Virgen pintada por Rafael, el color de sus ropajes, que armoniza con el rubor de las mejillas y la hoquedad en su manto provocada por el aire, que puede sentirse. El resultado es una obra que se sitúa entre lo divino y lo terrenal, flanqueada por dos cortinas abiertas que le dan teatralidad y ponen la obra en conexión con movimiento artístico posterior: el Barroco. Y los ángeles son los espectadores, como nosotros, de la teatral escena, de la aparición de la Virgen más hermosa de la Historia de la Pintura, que se inclina ligeramente hacia nosotros mostrándonos a Cristo.


Las Hilanderas

Y ahora pasemos a Velázquez, a uno de sus mejores cuadros, y con él, os doy una curiosidad de Trivial: ¿sabíais que no se supo el verdadero significado de esta pintura hasta 1948, es decir, dos siglos más tarde de haberse pintado? Hasta ese momento se veía como una escena de género más, de laborse cotidianas, no se supo hasta entonces que el cuadro era una representación del mito de Aracne y el concurso de tapices que la enfrentó a Palas Atenea. Velázquez revoluciona la pintura con un cuadro que debe leerse de atrás adelante y que tiene en el tapiz del fondo (representación de El Rapto de Europa, en homenaje a Tiziano y a Rubens) la clave de su total comprensión. Y no deja de ser el cuadro una hermosa reflexión sobre el oficio del pintor, con las artes representadas al fondo e iluminadas (las tres mujeres son alegorías de la Pintura, la Escultura y la Arquitectura; el contrabajo representa a la música) en contraposición con profesiones más artesanales, como la de las hilanderas, representadas en primer plano, en penumbra. Y a mí me sigue hipnotizando la luz diagonal que, recorriendo a la diosa y a las Artes cae sobre la hilandera de espaldas a nosotros, deleitándonos con el detalle de su hombro, su cuello y su pelo recogido.


Y por último, abandonando un poco el mundo de la pintura (poco, porque este cartel que contiene en la mirada de Emily Browning, en el caer de su pelo sobre su espalda desnuda, en la carnosidad de sus labios y la posición de su brazo toda la perturbadora belleza que promete la película, bien parece una pintura), os informo de que ya se tienen noticias de las primeras impresiones de Sleeping Beauty, la ópera prima de la reputada escritora Julia Leigh, película de la que ya os hablaba en una anterior entrada. Pues bien, las primeras críticas a la película no pueden ser mejores: coinciden en destacar la interpretación de Emily Browning, incidiendo que no solo se trata de la supuesta valentía de mostrar desnudez física (comentario tópico donde los haya en este tip de películas), sino que la genialidad de su actuación reside en la otra desnudez, la psicológica y emocional. ¿Posible candidata al Premio a la Mejor Actriz? Por otro lado se alaba la labor tras las cámaras de Leigh, se dice que las imágenes servidas son de gran belleza, que consigue dotar a la película de una atmósfera onírica de sombrío cuento de hadas articulado con un lenguaje narrativo propio.  Las primeras críticas pues, están absolutamente entusiasmadas, agradecen la presencia de una película así en la Sección Oficial, que le da frescura y valentía. Pero también coinciden en que va a ser una película controvertida, que despertará pasiones extremas, así que no sorprendería que mañana, en su presentación oficial, hubiera división de opiniones, y que por lo tanto, viera limitada sus opciones a premios. Por mi parte solo me queda decir que ésta se ha convertido en una de las películas que más me atrae de este festival, una auténtica sorpresa que espero que conozca pronto fecha de estreno en nuestro país. Mañana se sabrá la respuesta general ante la película y se presentará la segunda película a competición, We Need to Talk About Kevin, con mi venerada Tilda Swinton. Seguiremos informando.

...Top Ten: Woody Allen!


Damas y caballeros el Festival de Cannes da comienzo hoy mismo. Y lo hace estrenando fuera de concurso el último trabajo de Woody Allen, Medianoche en París, que podremos ver a partir de este viernes en nuestro país. La verdad es que, a pesar de que lo que deja ver el trailer no augura una obra maestra, soy optimista con la nueva película, que cuenta con las inigualables Rachel McAddams y Marion Cotillard, y parece volver al terreno de Vicky Cristina Barcelona, película que ha envejecido sorprendentemente bien en mi memoria, ganando en valor en cada nuevo visionado, y sin duda alguna lo mejor que ha hecho desde Match Point. Las primeras palabras oídas del pase de prensa han sido sumamente entusiastas, declarando que el mejor Woody Allen a vuelto con esta película, han dicho de la película que es deliciosa, han ensalzado la creatividad del director y ya la consideran una de sus películas más importantes dentro de su filmografía. Son primeras reacciones de los críticos que ya han visto la película, así que parece ser que los que ansiábamos el retorno de su mejor versión estamos de enhorabuena. No puedo esperar a verla. Mañana será la proyección de las dos primeras películas a concurso, que personalmente me muero por ver: Sleeping Beauty y We Need to Talk About Kevin. Espero poder informaros de las reacciones que causen.

Pero volvamos a Woody. Director tan interesante como irregular en sus resultados artísticos, se empeña en traernos una película por año, lo cual está bien para el cinéfilo que incorpora la visita anual a su universo como un ritual incontestable, pero por otro nos hace preguntarnos si tal vez tomándose un año o dos entre películas podría dar muestras de recuperación del genio que hay en él y que últimamente parece adormecido. Porque seamos claros, aunque en este país haya una tendencia exagerada a alabar todo lo que hace (menos la película rodada en nuestro país, somos así...), lo cierto es que muchos de sus últimos trabajos han sido mediocres como poco. Pero no podemos olvidar que a pesar de sus errores nos ha regalado un puñado de obras maestras, inolvidables interpretaciones y una manera muy particular de hacer cine.  Y tomando como excusa la más reciente incorporación a su filmografía, demos un garbeo por sus mejores películas...

Cinco Finalistas 

La primera en orden ascendente es Sombras y Niebla. Tal vez no sea superior a alguna de sus primeras películas, pero siempre le he tenido un cariño especial por su ingenuidad, por la belleza de sus imágenes (una de las películas más bonitas de Allen), por la mezcla del mundo del circo con historia de asesino anda suelto, y sobre todo por un reparto interesantísimo que en principio puede parecer muy poco alleniano, pero que funciona a la perfección: Jodie Foster, John Malkovich, Kathy Bates, Madonna, Lily Tomlin, John Cusack y la dulce Mia Farrow, está ya sí más de Allen. Y el final es tan mágico... nunca mejor dicho. Alice es una película única en la filmografía de su director que, raro en él, se valía de efectos visuales para contar la historia de esta mujer que es una auténtica locura llena de giros hilarantes. Pero sobre todo debe verse por una Mia Farrow inmensa, que nos hace creer en brujería, hechizos... y en que si nuestras fantasías nos traicionan, tenemos que luchar por nuestros sueños. Días de Radio es una conmovedora y divertidísima oda a la familia a través del obsoleto medio de comunicación impregnada de nostalgia y dulce melancolía, pero que no duda en provocar algunos de los momentos más divertidos de la obra de su director. Maravillosa Diane Wiest, a la altura de sus interpretaciones oscarizadas. Otra Mujer, otra rareza de su autor que, de forma demoledora, acaba de la noche a la mañana con la concepción del mundo que tenía su protagonista, una reputada filósofa encarnada de forma sublime por Gena Rowlands, la intelectual más creíble de la galería de pedantes que pueblan las películas de Allen. Una de sus películas menos conocidas y de las más reivindicables, amargas y oscuras. Una pena que no haya entrado entre las diez mejores, porque sin duda lo merece... Como sin duda también lo hace Interiores, con la que he hecho algo de trampas, pues no está en el top ten porque hace mucho que no la he visto y me es difícil juzgarla, si fuera por la impresión que me dió la película hace años sin duda estaría incluso entre las cinco mejores, pues el que tal vez sea su más descarado homenaje a su admiradísimo Bergman es una delicia de ver y escuchar, los tormentos interiores de cada una de sus protagonistas te atrapan y seducen tanto como su elevado vocabulario.

LAS DIEZ MEJORES PELÍCULAS DE WOODY ALLEN

                           

10. Delitos y Faltas (Crimes and Misdemeanors, 1989)

La historia del hombre que le contó a Woody la idea para Match Point es la particular aproximación del neoyorkino a Crimen y Castigo. Una comedia negra en la que deslumbra Martin Landau en su delirante viaje al corazón de la paranoia y de la que caben recordar las impagables escenas del personaje de Woody con su sobrina y sus escapadas al cine, así como el resultado del documental sobre el personaje de Alan Alda, que está fantástico. La música de Prokofiev, un acierto.

                            

9. La Rosa Púrpura de El Cairo (Purple Rose of Cairo, 1985) 

Una de las indiscutibles maravillas de su director es esta carta de amor al cine que es imposible que no llegue al corazón de cualquier cinéfilo. Preciosa, nostálgica y mágica. Curioso que mientras que la etapa Diane Keaton se caracteriza por su agudeza y acidez, la etapa Farrow está siempre envuelta en una agridulce nostalgia, una ingenua candidez que siempre suele ir acompañada de fantasías entrañables. Y esta es probablemente la más maravillosa de las fantasías de Allen. Claro que para cada una de las dos etapas tenemos sus excepciones, pero ya llegaremos a ellas.



8. Desmontando a Harry (Deconstructing Harry, 1997). 

He aquí su particular parodia a Fresas Salvajes combinada con los típicos cortes entre escenas de las películas de Godard pero sin olvidar su propio sentido del humor, pero esta vez absolutamente descontrolado construyendo la que probablemente sea su comedia más salvaje y desinhibida, y por ello tal vez una de sus películas más divertidas, sin abandonar un final conmovedor. Merece destacar la impresionante creatividad que debió invadir al director, consiguiendo momentos únicos e inigualables en su filmografía, rebosantes de inspiración (como la historia de sus padres, el literal descenso a los infiernos, o el incidente del personaje de Robin Williams: digamos que la foto de arriba no es de mala calidad de imagen...). Admirable su decisión de combinar el mundo de la ficción escrita por el protagonista con la realidad. Cuenta además con un reparto estelar en plena efervescencia: insuperables Judy Davis, Kristie Alley, Elisabeth Shue, el propio Allen y geniales apariciones de Tobey Maguire, Demi Moore, Robin Williams, Stanley Tucci...

                            

7. La Última Noche de Boris Grushenko (Love & Death, 1975)


Creo que esta es la película de Woody en la que más me he reído. Es increíble, conjuga el humor visual de películas estilo Top Secret con los diálogos más ingeniosos e inteligentes de puro absurdos que son. Y cuando crees que no puede ser más divertida, que ya han inventado el chiste perfecto, entonces te sorprenden con uno mejor que lo que llevas de película, y así sigue sin decaer un segundo hasta que llega el final y Woody se pone a parodiar El Séptimo Sello. Una Scary Movie inteligente del cine de época y del cine de Bergman, es imposible quedarse con un solo momento. Diane Keaton nunca ha estado tan divertida, impresionante como capta el lenguaje de Allen, como demostrará dos años más tarde en...



6. Annie Hall (Annie Hall, 1977)

La comedia romántica por antonomasia. Simplemente inolvidable. Elegante y sofisticada, rabiosamente divertida, no deja títere con cabeza a la vez que grita constantemnte lo maravilloso que es el amor. Cambio radical en la carrera de Allen, que dota su película de una estructura magistralmente elaborada gracias a un guión prodigioso en el que la retrospectiva y el futuro asaltan al presente del protagonista, mientras indaga en los aspectos intelectuales, sexuales y afectivos de la pareja. Paradójicamente, su punto de vista intelectual, su cerebralidad es lo que la hace humana y emocionante, así como irresistiblemente encantadora.


                            

5. Zelig (Zelig, 1983)

Este experimento de Allen, rodado todo ello en formato documental, no conoce precedente ni similar en el grueso de su obra, y si bien es una pena, porque logra con ella una de sus mejores películas, convierte a Zelig directamente en una rara joya absolutamente imprescindible. Una divertidísima crítica a la disolución de la propia personalidad cuando estamos en sociedad, a la obsesión por agradar... y a cómo el amor puede cambiarlo todo.



4. Match Point (Match Point, 2005)

Su última obra maestra y una de las mejores películas de su filmografía, nos muestra al Woody Allen más oscuro y opresivo, que cambia el jazz por el dramatismo de la ópera, a Nueva York por Londres y escribe un guión que debería estudiarse letra a letra. Una de sus películas más redondas y pesimistas, abandona la comedia las influencias de Truffaut y de Bergman para sumergirse en el corazón de las tragedias shakespearianas, que para algo rodaba en la tierra del bardo, y el resultado es contundente y perverso, haciendo una descarnada reflexión sobre el crimen sin castigo y los caprichos de la justicia. Aunque parezca que la comedia no tenga sitio en esta tremenda genialidad, la ironía de lo trágico sobrevuela el relato. 


                             

3. Maridos y Mujeres (Husbands & Wives, 1992).

El Secretos de un matrimonio particular de Woody Allen es una visión nada complaciente del matrimonio y las relaciones de pareja, turbulentas y retorcidas en la película, espejo de su complicado momento con Mia Farrow. Genial la opción de Allen de rodar a cámara en mano, lo que da a la película un aspecto de invasión de la intimidad de los personajes que nos hace aún más incómoda la visión de la desintegración de los matrimonios protagonistas, a la vez que se presenta como único método para llegar a lo que yace bajo la calma aparente del matrimonio convencional.No se renuncia al humor, pero es amargo y descreído, crítico con la inmadurez y las inseguridades de sus personajes, siendo el resultado una de las películas más tristes y descorazonadoras de su autor Judy Davis y Sydney Pollack, absolutamente sensacionales.

                            
2. Hannah y sus Hermanas (Hannah and her Sisters, 1986)

La fascinación que ejerce sobre mí esta película es sobrenatural. Claro que estamos ante uno de los mejores guiones de Woody Allen, que disecciona con bisturí, sin piedad y a la vez con infinita delicadeza a la institución familiar, esta vez tomando al gran Chejov como referente y con cada hermana como alegoría de distintas opciones ante la vida. Las interpretaciones del reparto son probablemente las mejores que se verán en una película de Allen (me quedo con Hershey y Caine), y aunque la trama que mueva la acción pueda sonarnos a mil veces visitada por el director, nunca había fluido con tanta frescura y naturalidad, tan agridulce, tan cautivadora... Y aderezada de los versos de E. Cummings, que encajan como un guante en la subtrama de la seducción y le da más lirismo a uno de los trabajos más poéticos de su director. No se puede olvidar la contribución actoral de Allen como hipocondriaco.



1. Manhattan (Manhattan, 1979)

La obra maestra sin paliativos. El estandarte de todas las virtudes atribuidas al cine de Woody Allen en grado superlativo. Es la más inteligente, la que es visualmente más bella, la canción (jazz) de amor más hermosa que el cine jamás ha compuesto a una ciudad y al amor, la más crítica con el narcisismo y egocentrismo humanos, la que tiene el final más maravilloso y optimista, la que rebosa magia y pasión por el cine en cada momento, la que goza de un lenguaje cinematográfico y una estructura narrativa únicos, la más poética y melancólica, el mayor canto a la vida de su director, la más vital y enérgica. La película mágica de Woody Allen.


Pues este es mi top ten particular de este particular maestro del cine. ¿Cuál es el vuestro? ¿Cuáles son vuestras favoritas?

Nota: Tal vez esta entrada haya sido demasiado abundante en referencias cinéfilas que han podido marear bastante, o dificultar la comprensión. Si es así lo lamento mucho, pero considero que Woody Allen es un cineasta absolutamente referencial, y creo que no se llega a captar la esencia de su obra, la importancia de su cine, sin nombrar algunos nombres claves como Bergman y ciertas películas suyas, Truffaut, Rohmer... Es como hablar del cine de Tarantino evitando nombrar a Leone, el cine japonés o las películas de serie B: el análisis quedaría incompleto.

sábado, 30 de abril de 2011

...Poniéndonos comerciales ( y nostálgicos)


Tras los primeros e intensos meses del año, repletos de películas  "de Oscar", la cartelera española ha experimentado un bajón de calidad apabullante que nos asusta. Alguna excepción para los amantes del cine de autor (La Mitad de Óscar, de la que hablaremos pronto; Misterios de Lisboa y en menor medida Carlos), o para los del cine de animación (las maravillosas Rango y Winnie the Pooh, la muy simpática Rio), pero en general, los estrenos más mayoritarios han resultado decepcionantes (Sucker Punch, Código Fuente). Y eso las películas que parecían tener algo que aportar. Sin embargo dos películas comerciales muy esperadas que anuncian la llegada de los estrenos veraniegos (que en el cine se adelanta más de un mes, como la Navidad para el Corte Inglés), no han supuesto en absoluto una decepción, sino un entretenimiento de primer orden, que no engañan a nadie, dan exactamente lo que prometen, e incluso algo más.



Scream 4 comienza con la que tal vez sea la mejor escena de apertura de toda la saga (que como sabemos los fans de la misma, suelen ser uno de los mejores momentos de cada película), rivalizando con la ya mítica muerte de Drew Barrymore. Paródica, divertidísima, referencial, haciendo burla de su propia condición de metacine... E igualmente consiguiendo hacernos saltar de la butaca.  A partir de ahí nos espera una nueva entrega que no desmerece en absoluto a sus predecesoras, es más, supera a las dos entregas más recientes poniéndose a la altura de la primera. Una pena que sus comienzos en taquilla hayan sido tan desalentadores, porque nos encontramos con uno de los mejores slasher en años. Y aunque es cierto que se le podría reprochar que desde 1996 parece que no haya cambiado nada, es decir,  esta cuarta entrega realmente no aporta nada nuevo a la saga, su principal defecto se convierte en una de sus virtudes: Scream 4 es también un regalo para los nostálgicos del terror noventero. Es una pena, porque hacia el final, en su resolución, parece decidida a arriesgar, a revolucionar un poco el previsible panorama del terror adolescente, con ese tono de lucha generacional, de recogida de relevo del que no voy a dar más detalles para no amargar sorpresas a futuros espectadores. No obstante, aunque al final no llegue tan lejos como podría haberlo hecho, la resolución es mucho más ingeniosa, cínica, divertida y sorprendente de lo que este género nos tiene acostumbrado (incluidas las resoluciones de las tres anteriores Scream).

Si la película tiene una clara pega hay que encontrarla en su reparto. Pero no, como yo me esperaba en un principio, en las nuevas incorporaciones (todas ellas magistrales, luego me centro en ellas), sino en el trío protagonista de la saga.  No sé si se debe a que es la primera vez que veo una película de Scream en versión original, pero la mayor decepción me la han dado Neve Campbell, Courtney Cox y David Arquette (de este último no puedo hablar tampoco de decepción, porque siempre lo he aborrecido). Siempre había pensado que Cindy Prescott era una muy digna heroína de la saga, siempre la víctima, siempre tan correcta, pero me precían que actriz y personaje concordaban a la perfección. De la misma forma me pasaba con Gale Weathers y Courtney Cox, que probablemente era mi personaje favorito de la serie. En esta nueva película, la primera se pasea con desgana y aburrimiento, carente de carisma, mientras que la segunda recita sus frases sin convicción y además se ve perjudicada por el escaso desarrollo que se le da a su personaje (aunque menor todavía se le da al de Arquette, por cierto, siempre que la película se centra en el matrimonio de Dewey y Gale pierde el interés de los espectadores). Ninguno de los tres ha sido nunca un gran actor, pero no me imaginaba que pudieran ser tan nefastos, y más cuando siempre me dieron el pego en las anteriores películas.

Pero afortunadamente, esta es la película en la que también encontramos las mejores interpretaciones de la saga. Rory Culkin está muy bien como cinéfilo friki, Marley Shelton, recuperada tras robar cada escena de Planet Terror compone una policía delirante, nada sutil y muy caricaturizada que va genial con el tono que debería tener toda la película (eso sí, que nadie se la espera a la altura de su papel en la peli de Rodríguez), y Allison Brie (feliz presencia para todos los fans de Mad Men) está fantástica como la agente sin escrúpulos de Cindy, también al igual que Shelton dando en su interpretación con el tono perfecto que esta película requiere. Pero quienes merecen capítulo aparte, y son sin duda las estrellas absolutas de Scream 4 son Emma Roberts y especialmente Hayden Panettiere. Ellas se hacen dueñas absolutas de la película, derrochando energía, compromiso y respeto por la saga, así como grandes dosis de autoparodia. La segunda consigue además la combinación perfecta de sentido del humor, de espíritu de chica dura del instituto y de fragilidad con un magnetismo arrollador. Ellas dos son los grandes descubrimientos de la película, y a las que espero, podamos seguir viendo. En esta película son la antítesis de los adolescentes de las películas de terror actuales, componiendo personajes con dimensión y personalidad. Que nadie se espere un retrato profundo de la adolescencia de hoy en día, sus composiciones van al servicio de una película del género, pero al menos no resultan intercambiables, sino memorables. Tal vez los dos mejores personajes de la saga, y gracias a sus jóvenes actrices. Entre el reparto figura además una serie de cameos que no tiene desperdicio.


En resumen: fans del género y de la saga, no os perdáis Scream 4. Una muy digna sucesora, divertidísima en su referencialidad, y que porporciona buenas dosis de saltos y tensión, así como momentos descacharrantes, pues se toma en serio lo justo.


Por otra parte, acaba de llegar a la cartelera Thor, nueva y enésima película de un superhéroe del universo Marvel. La diferencia es que ésta viene dirigida por Kenneth Branagh. Desde que apareció el primer trailer de la película, que parecía anunciar una película más de superhéroes, yo me negaba a creer que fuera otro producto veraniego olvidable e insultante para el espectador medio, por la sencilla razón de que alguien tan interesante e inteligente como Branagh, se encontraba detrás de las cámaras. Y en efecto, Thor da mil vueltas al resto de películas Marvel, pero eso no es mucho mérito, dado que todas ellas son auténticos despropósitos cinematográficos (con las excepciones del Hulk de Ang Lee, y algún momento de las irregulares series de X-Men y Spiderman). Thor es una gran película de acción y fantasía, que de no ser porque no goza de las pretensiones pseudo filosóficas y la parafernalia atormentada del díptico del Hombre Murciélago de Nolan, no desmerecería a su lado.


Muchos son los elementos que hacen de Thor una película fascinante. Por un lado la mano maestra de Branagh, enfrentándose a la que sin duda alguna es su película más arriescada, alejándose de sus tendencias autorales para hacer una película de superhéroes. La personalidad de su director le ha sentado de perlas a la película, que se beneficia de la pasión del mismo por la mitología y por la obra de Shakespeare. Así, la recreación de los distintos planetas es cuidada y de una belleza visual muy camp e imaginativa, reaccionando el espectador maravillado ante la preciosista y barroca puesta en escena, en ocasiones reminiscente de Dune. De la misma manera, los personajes son tratados con igual atención y dotados a la vez de grandilocuencia y de sentido del humor, y a la trama de los dos hermanos, muy shakespeareana también consigue sacarle Branagh todo el partido posible, dentro de los límites del género.  La combinación de épica y humor es constante en la película, y uno de sus mayores aciertos, consiguiendo resultar emocionante en el primer aspecto (Odín interviniendo por Thor desde Alsgard), como refrescante en el segundo (la relación de Thor con Jane, o el contraste de Thor y sus amigos en la Tierra), y esa curiosa mezcla pasa a ser una de las reflexiones más interesantes de la película: la extrañeza que provoca el elemento mítico en la sociedad contemporánea, acompañada de esa necesidad que tenemos de  volver a la ingenuidad de creer en el mito. Ese es el grito de guerra del Thor de Branagh.


Por otro lado hay que destacar el buen hacer de sus intérpretes. Ya nos esperábamos maestría en Anthony Hopkins, que le da a su Odín la presencia regia y majestuosa que requiere, así como en Natalie Portman, que nos garantizaba una "chica del héroe" cuanto menos atípica, y que a su vez resulta entrañable y muy divertida. Y las fugaces apariciones de Renne Russo se agradecen (aunque saben a poco), para quienes la extrañamos en la gran pantalla, de hecho su presencia parece también reivindicar el carisma perdido de las producciones de acción noventeras. Pero es Chris Hemsworth el descubrimiento de la película, destinado a convertirse en la esperanza del cine de acción, recuperando el sentido del humor, la personalidad y la impresionante presencia física que en su tiempo poseían Bruce Willis o Mel Gibson, y que hacía tiempos que no se vislumbraba en ningún héroe de acción moderno, más preocupados en el apartado "presencia física" que en los de "personalidad". Chris Hemsworth es un Thor memorable, que nos deja con la boca abierta en las escenas de acción, nos provoca la carcajada en sus momentos cómicos, nos enternece poniéndose romántico y nos convence de que sin duda él debe reinar tanto en Alsgard como entre la galería de superhéroes cinematográficos recientes.

                         

Difícil sacar pegas a una película que cumple con cada uno de sus cometidos a la perfección, que entretiene y emociona y que tiene una personalidad propia, que carece de complejos y se atreve con una fórmula que parecía pasada de moda (en muchos momentos me recordó a El Quinto Elemento, aunque sin superarla, en ésta la relación de la pareja protagonista es mucho más elaborada, uno de los puntos flacos de Thor), que se acerca a la magia con fe en la propia magia, con ingenuidad y candidez, pero a la vez con una grandiosidad bíblica, todo ello sin renunciar al humor ni al camp. Una pena la necesidad de los productores de enlazar a esta película con valor en sí misma a una futura saga/franquicia, que nos hace pensar si esta película no es una excusa para llevarnos a los futuros e inminentes Los Vengadores. Sean los motivos que sean los que han impulsado a la película, lo que no cabe duda es que es una fantástica película fantástica que resulta refrescante y desentumece un género oxidado, que nos hace recuperar la fe en la magia, en los dioses, en los superhéroes y en las superproducciones made in Hollywood.





Y por favor, permítanme una última sugerencia: ya puestos nostálgicos del terror, nostálgicos del fantástico, pónganse nostálgicos de la animación y háganse un favor yendo a ver Winnie the Pooh. Es una auténtica preciosidad que nos recuerda la inocencia de la animación anterior,  con el encanto de los entrañables personajes del Bosque de los 100 Acres, con todos los valores que siempre han transmitido de oda a la amistad, con sus conflictos lingüísticos y divertidos juegos de palabras, sus tiernas canciones (esta vez cantadas por Zooey Deschanel, tan irresistiblemente mona como cualquier personaje de la película), con una animación tradicional, colorista, naïve, no son sino preciosas ilustraciones de cuento en movimiento. Y con el absurdo humor de todos los cándidos personajes. Esta vuelta al pasado llevada con tanta fidelidad, sin perder ni un ápice de su esencia, sin adaptarse para nada a los tiempos que corren (lo que es de admirar, visto el camino del género en su mayoría), sino defendiendo con uñas y dientes la fe en la imaginación y en la magia de la infancia. No se pierdan además el corto introductorio, La Balada de Nessie, conmovedor.



domingo, 24 de abril de 2011

... Cannes 2011!


Damas y caballeros, el festival de cine más importante del año ya ha arrancado, y lo ha hecho presentando una selección de películas para su Sección Oficial que promete mucho. Pero antes de analizar sus elecciones, una palabra sobre el cartel de este año: maravilloso. Hacía tiempo que no veía un cartel del Festival de Cannes tan bueno, usando una preciosa foto de una Faye Dunaway rebosante de carisma y belleza que nos transporta inmediatamente al cine de los setenta (probablemente la mejor década para la Historia del Cine). Espero que este cartel sea un preludio de películas a su altura. Y puede que no andemos desencaminados, tal y como se presenta la Sección Oficial. De las veinte películas a concurso, vamos a hablar de las que generan mayor expectación, y a la vez es una manera de anunciar algunas de las películas más interesantes y esperadas de este año. Pasen y vean:

Sleeping Beauty, de Julia Leigh


Primera película de Julia Leigh, aclamada escritora, viene amparada por la que probablemente sea la más grande de las directoras, Jane Campion. Su trailer promete una mezcla del cine de ésta (véase profundizar en los sentimientos, la sensualidad y sexualidad de la mujer), con ecos del de Egoyan (véase morbo a raudales y dotar de clase y elegancia a lo que solemos concebir como sórdido). Definida como un cuento de hadas erótico, nos presenta a una joven que cada noche es drogada hasta perder el conocimiento, y en una habitación diversos hombres realizan todo tipo de actos con ella, de los que no se acuerda al día siguiente. Todo envuelto en un halo misterioso y oscuro. Esperemos, y así lo parece que nos devuelva la fe en su protagonista, Emily Browning, tras el varapalo de Sucker Punch.

Posibilidades de premio: la Palma de Oro es prácticamente imposible, tanto por lo que deja ver el trailer como porque lo de ópera prima juega en su contra. Tal vez, si gusta mucho una distinción al guión o incluso a la Browning... Pero lo segundo lo dudo. No obstante, la película tiene una pinta estupenda y no conviene olvidarla. Es de las que más me atraen, y para haber sido seleccionada, algo tiene que tener. Puede que el Premio del Jurado sí que sea suyo.


Le Gamin au Vélo. de los hermanos Dardenne.


Los Dardenne son sin duda alguna uno de los platos fuertes que nos depara la Croissette. Considerados por muchos los mejores directores en activo, han presentado en Cannes todas sus películas y ninguna se ha ido de vacío. Prácticamente nadie más en el mundo puede alardear de tener dos Palmas de Oro. Y nos traen su nueva película. La expectación no puede ser mayor. Parece centrarse en la historia de un niño que fue abandonado temporalmente por su padre en un centro de acogida, y cómo el niño inicia su búsqueda. Una mujer que regenta una peluquería pasa con él los fines de semana. El trailer pinta muy, muy bien, parece muy emotivo, y un cambio en las películas de los Dardenne. Más tierna, más luminosa.

Posibilidades de premio: muchísimas. Mínimo un premio gordo. Yo apostaría que uno de los tres mayores reconocimientos está cantado. Depende de lo que le apetezca hacer Historia al festival, podrían ganar su tercera Palma. Y no descartaría posibilidades para Cécile de France, visto que las representaciones francesas del año no son muy llamativas a primera vista. Pero por otra parte parece que la estrella de la función va a ser el niño. O puedo equivocarme de lleno, que no guste el cambio de aires de los directores y sea tildada de obra menor. Pero no lo creo. Sería su primera vez, y lo dicho, el trailer me tiene vendido.

This Must Be the Place, de Paolo Sorrentino.


Nueva película de Sorrentino, quien se llevó el Gran Premio del Festival en 2008 con la muy interesante Il Divo. Cuenta la historia de una estrella del rock retirada que, tras conocer que su padre fue humillado y torturado por un oficial nazi en Auschwitz, decide encontrarse con el torturador y consumar los deseos de venganza del padre. La música corre a cargo de David Byrne, líder de Talking Heads. Sean Penn protagoniza, pero no cantará las canciones. Le acompaña Frances McDormand.

Posibilidades de premio: En un primer golpe de vista, con Sean Penn apareciendo en dos películas de la Sección Oficial y su gran amigo De Niro siendo el presidente del Jurado, parece evidente que el premio al Mejor Actor irá para Penn Y siendo en ésta protagonista absoluto (con radical cambio de imagen incluido), intuyo más posibilidades para esta interpretación. Pero Cannes no es los Oscar, y no creo que se queden solo con el cambio de imagen. La historia parece bastante "imán para premios", Holocausto incluido, lo que me hace bostezar enormemente, a lo que hay que añadir profunda y compleja relación paternofilial y posible venganza (todo parece muy del gusto de De Niro), por lo que, si no cae en lugares comunes podría aspirar a galardones importantes para le película... El cartel me ha encantado, me pide a gritos que me calle y borre lo de "lugares comunes" y lo de los bostezos, pues parece anunciar una película diferente. Ya veremos, tengo curiosidad. Penn podría asegurarse plaza en los Oscar según la recepción de la crítica (el papel es 100% carne de Oscar).  

Drive, de Nicolas Winding Refn


Nueva película del director de la genial Bronson, nos presenta a un especialista de escenas de acción en películas de Hollywood que por la noche conduce en atracos. Pero todo cambia cuando se enamora de la novia de uno de los atracadores. 

Posibilidades de premios: en un principio inexistentes, la historia huele a normalita por los cuatro costados, parece que pasará como una película de acción de gran factura pero poco más. Esto, repito, en un principio, pues no se ve muy del gusto de Cannes. Pero el director ha demostrado saber muy bien lo que hace tras las cámaras, e idear muy personales puestas en escena. Por una parte él llama mi atención, y me hace pensar que aún podemos creer en la acción. Pero vamos, aunque fuera muy buena, no creo que gane premios en el festival. Y por otra parte...


Sí. Será genial. La mejor película en años. No he dicho nada. Pero hablando en serio, Gosling no nos ha dado ni un motivo para desconfiar de sus elecciones, caracterizadas porque suelen ser muy inteligentes. Además lo acompañan dos, perdón cuatro mujeres que deben ser tenidas muy en cuenta: Carey Mulligan y Christina Hendricks. Sí, han contado bien.

Habemus Papam, de Nanni Moretti


Odio a Nanni Moretti. No lo aguanto, pero su presencia en los festivales desde que arrasara en este mismo con su La Habitación del Hijo, siempre es digna de mención. Y encima atención a la historia que me recuerda a cierta ganadora del Oscar por la que tengo mucho aprecio: un cardenal es elegido Papa contra su voluntad. Ante la situación comienza a ver a un psiquiatra (encarnado cómo no por Moretti, en un nuevo arranque de humildad) que le ayudará a superar su miedo. Se recomienda llevar bolsas para el mareo, para no manchar la sala de cine.

Posibilidades de premio: Gracias a Dios (nunca mejor dicho), me atrevería a decir que apenas tiene. La crítica italiana (donde ya se ha estrenado) no la ha machacado, pero se deja entrever la impresión de obra menor. Consideran a Moretti un director muy creativo, y que en esta película da de nuevo muestras de serlo, pero en general dicen que es una película inofensiva, no presenta crítica alguna, y que su tramo final resulta decepcionante. Y dudo que haya a alguien que a estas alturas no le irrite Moretti.

Harakiri: Death of a Samurai, de Takashi Miike


Nueva película de Takashi Miike, director de las geniales Audition y Llamada Perdida (la original, por supuesto), que ahora se atreve con un remake de la obra maestra de Kobayashi, Premio Especial del Jurado en Cannes 1963. El resultado se antoja imprevisible pero...

Posibilidades de premio: ... No veo al Festival de Cannes premiando un remake. Al menos sabemos que la primera gustó en Cannes. Pero eso también en un principio juega en su contra. Miike promete no dejar indiferente, pero no creo que su nombre figure en el palmarés.

 Le Havre, de Aki Kaurismäki.



Kaurismäki nos traerá a Cannes la amistad de un anciano limpiabotas con un polizón que desembarca en el muelle de Le Havre, contada a modo de tragicomedia. Soy muy fan del sentido del humor repleto de ingenio y crítica de las películas de Kaurismäki, así como su manera de abordar el cine social, así que una nueva obra suya es recibida, al menos por mí, con los brazos abiertos.

Posibilidades de premio: ando despistado con ésta, no me atrevo a vaticinar. Si gusta, podría ser una buena elección a director, o tal vez tenga posibilidades a actor, aunque para esa categoría haya muchas opciones posibles.


L´Apollonide (Souvenirs de la maison close), de Bertrand Bonello


Las primeras imágenes de la nueva película de Bonello, director de la muy interesante El Pornógrafo, resultan inquietantes y de gran belleza estética para recrear un burdel de comienzos de siglo XX en el que una prostituta es desfigurada y marcada con una tétrica sonrisa. A partir de ahí empezamos a conocer más de la vida en el lupanar y de quienes lo habitan. Al parecer, el mundo exterior al burdel es en la película inexistente, lo que la hace enormemente atractiva, y con papeletas a convertirse en una de mis favoritas, una historia así es perfecta para el talento de Bonello.

Posibilidades de premios: moderadas, pero tengo la intuición de que será bien recibida, o como mínimo con polémica. De las tres francesas es la que me resulta más interesante, la de Le Besco también pinta muy bien y puede ser más del agrado del Jurado sobre el papel, aunque con esa intuyo un fiasco. No la veo llevándose el gordo, pero sí alguna mención especial, quién sabe.

La Piel que Habito, de Pedro Almodóvar

                                                  

Otra de las grandes atracciones estrella del festival. No puedo estar más ansioso. Almodóvar habla de coqueteos con el género del terror, con algo del noir que tanto le gusta, y parece que se trata de un drama brutal y oscuro. Cada foto que se descubre suscita más interés que la anterior, tiene pinta de intensa y subversiva, lo cual le va de perlas al manchego. Basada en la novela Tarántula muy libremente, me resisto a desvelar detalles del argumento para quien desee ir para ser sorprendido. Pero todo pinta muy misterioso e interesante.

Posibilidades de premios: conforme voy sabiendo más de la película más tengo la certeza de que se va a tratar de una de las obras maestras del director. El Almodóvar más serio es el que suele recibir recepción más tibia, y más sin un elenco coral de mujeres. Pero mirad Hable con Ella.Probablemente el mayor éxito de su carrera, y más entre los franceses. La reunión con Banderas genera mucha expectación y la intensidad y truculencia de la historia en manos de Almodóvar puede ser apasionante. Y se empieza a pensar en Almodóvar como en alguien a quien se le debe una Palma de Oro. Va a ser o todo o nada. Y creo que se llevará uno de los más grandes.Yo apuesto a que gusta mucho. Y se dice que el personaje de Anaya (a quien me muero por ver en manos de Almodóvar) tiene mucha enjundia. Pero Cannes este año está abarrotado de películas muy prometedoras...

Melancholia, de Lars von Trier

                                    

El fin del mundo se acerca: un planeta diez veces más grande que la Tierra de muy significativo nombre, Melancholia, va a chocar contra el nuestro. Mientras, nuestra protagonista va a casarse, le entran dudas sobre su felicidad y el espectador irá descubriendo aspectos de la relación con su hermana, cada vez más distante, y cómo cada una de ellas afronta el fin del mundo. La incursión de von Trier al cine apocalíptico de ciencia ficción no puede tener mejor pinta. El trailer nos promete una película con todos los elementos que esperamos del autor, totalmente personal, y con unas Kirsten Dunst y Charlotte Gainsbourg en estado de de gracia. La melancolía romántica que parece invadir a la protagonista y que impregna muchos de sus fotogramas (con ese homenaje a la Ofelia muerta de Millais), anuncia momentos de impactante belleza, así como interesantes reflexiones sin precedentes en el cine.

Posibilidades de premio: Si no les dura el berrinche con Anticristo y la película da lo que promete, tiene muchas posibilidades de figurar en el palmarés final. Lo que está claro es que va a ser sin duda alguna uno de los mayores acontecimientos de este año en la Croissette. Y por supuesto, como siempre con von Trier, muchas posibilidades para su nueva "chica von Trier", Kirsten Dunst, que parece estar estupenda en la película.

We Need to Talk About Kevin, de Lynne Ramsay

                                     

Película que, a través de una serie de flashbacks y de las visitas de la madre a la cárcel, analiza la relación entre la madre y su hijo, que ha perpetrado un tiroteo en su instituto, así como reflexiona sobre la culpabilidad e implicación de la propia madre en el suceso. Protagonizan Tilda Swinton y John C. Reilly (el cual se suma una nueva esposa en la ficción mucho más guapa que él. Y van...), como padres del niño culpable de la desgracia. Dirige Lynne Ramsay, directora de dos aclamadas películas (una de ellas Movern Callar), ambas inéditas en España. Qué alegría. Esperemos que con esta se rompa la tradición de ignorarla. 

Posibilidades de premio: es una de las películas americanas que más posibilidades tiene de llevarse algo a casa, sobre todo teniendo en cuenta la presencia americana del Jurado, además reflexiona sobre la violencia como desencadenante de una frustrante relación maternofilial, lo que atrae desde el principio. Por si fuera poco la madre no es otra que la extraordinaria Tilda Swinton, una de las mejores actrices de nuestro tiempo, que probablemente cautivará a todos los mortales con su nueva creación y será favorita inmediata para llevarse el Premio a la Mejor Actriz, añadiéndolo a su premio en Venecia, a su Oscar... Pero Cannes depara muchas sorpresas...

The Tree of Life, de Terrence Malick


Y con todos ustedes, la película de Cannes de este año. Vuelta al cine de Terrence Malick, el mayor poeta visual que existe, desde que en 2005 dirigiera El Nuevo Mundo. Los detalles conocidos sobre la trama son mínimos, de sobras es conocida la tendencia hermética del cine de Malick (algo que debería suceder más a menudo), lo que dota a sus películas de aún mayor expectación; se sabe que parece una película ambientada en los años cincuenta para después en el mundo contemporáneo reflexionar sobre nuestro sentido en el mundo. Huele a obra maestra por todos los lados. Y nos devuelve a uno de los mejores y más fascinantes directores "en activo".

Posibilidades de premio: Todas. Se posiciona como ganadora virtual de la Palma de Oro. Quien la ha visto habla de ella como una de esas películas que cambian la Historia del Cine. Pero Malick es muy propenso a la división de opiniones, y si a ello le sumamos la nula presencia americana en Palmas de Oro de los últmos años, incluso cuando la película les encanta, puede que se vaya a casa con las manos vacías. Pero resulta bastante improbable.

Y éstas son doce de las veinte películas a competición de un festival que pinta sumamente interesante y que promete dar muy buen cine, con algunas de las películas más esperadas del año. Personalmente von Trier, Almodóvar, los Dardenne y Malick son a quienes espero con más ansia. Para saber más tendremos que esperar al once de mayo, y entonces empezarán a conocerse las primeras reacciones. Por otro lado ¿qué nos deparan las otras ocho (entre las que se encuentra la nueva de Nuri Bilge Ceylan)? ¿Cómo serán recibidas? Yo necesito estar en Cannes. Pero no se preocupen, que seguiremos informando. Se sabe que hay tres películas más previstas para figurar en la Sección Oficial, y parece que están esperando a que sus directores acaben sus trabajos a tiempo. Entre los rumores, los más jugosos serían encontrarnos con la nueva de Haneke, Amour, que lo reunirá de nuevo con su musa Isabelle Huppert y seguro tratará un tema muy alegre y positivo; The Grand Master, de Wong Kar Wai, lo que sería una de las mejores noticias de la Historia; o Shame, de Steve McQueen, que ya nos conmocionó a todos con Hunger, que le valió la Cámera d´Or en 2008 y ahora trae una historia sobre adictos al sexo con Michael Fassbender y Carey Mulligan. Estas tres me encantaría a mí que figuraran, lo que veo muy difícil, pero son las que más echo de menos en la Sección Oficial.

El Festival lo inaugurará, fuera de concurso la nueva película de Woody Allen, Medianoche en París, que si hacemos caso a su artístico poster...


...y a una de sus primeras y muy monetianas imágenes...


... parece que sabrá sacarle partido a la capital parisina, aunque por el trailer parece que estemos ante más de lo mismo, la visión de la ciudad parezca más bien superficial y la historia con poca sustancia. Las presencias en el film de las muy adorables e impresionantes actrices, Rachel McAddams y Marion Cotillard (a pesar de que la inclusión de esta última sea un pelín obvia) son grandes alicientes para acercarse a verla cuando se estrene (en nuestro país, este mayo). De todos modos, yo voy a ver cada año la película de turno de Allen ya casi por inercia y costumbre, por muy mediocres que acaben siendo últimamente. Cabe destacar que fuera de concurso, aparte de los piratas de Rob Marshall con nuestra Penélope y de la segunda parte de la muy simpática Kung Fu Panda, también se encuentra The Beaver, película de Jodie Foster como directora en la que también tiene un pequeño papel y que protagoniza su amigo Mel Gibson, encarnando a un hombre que comienza a expresarse a través de la marioneta de un castor...


... Y que intentará que el público se relacione con un actor que en los últimos años ha sido más famoso por sus meteduras de pata que por sus aportaciones al cine. Lástima, pues es uno de los intérpretes más carsimáticos de Hollywood, y las primeras palabras sobre la película hablan del gran trabajo ante las cámaras de Gibson. Veremos que piensan en Cannes.

Finalmente, antes de despedirme, os informo de dos películas más que participan en la sección Un Certain Regard que darán que hablar. Por un lado la nueva película de van Sant, Restless, que parece desgraciadamente del van Sant más cercano a Descubriendo a Forrester que al de Mi Idaho privado, Todo por un Sueño o Drugstore Cowboy. Y por supuesto ni rastro de su cine más experimental a lo Last Days o Paraonid Park. A cambio parece garantizarnos grandes dosis de almíbar. Ojo al cartel, que no pinta tan mal:



Muy Nouvelle Vague, lo que es grandísima noticia, pero lo que está claro es que o el cartel o el trailer engañan, pues éste resulta de lo más ñoño, con fantasmita incluido. Y aunque la Wasikovska ha demostrado más veces ser buena actriz que mala, a mí aún me duran los estertores de su Alicia en el País de las Maravillas. Ya veremos.

                                     

La otra película, esta sí que sumamente interesante, de Un Certain Regard, que cuanto más sé de ella más me atrae es la nueva sensación del pasado Sundance, que como ocurrió hace dos años con Precious, o el pasado año con Blue Valentine, también será presentada en Cannes. Se trata de Martha Macy May Marlene, película que habla de una chica que se refuga en casa de su hermana huyendo de una secta a la que pertenecía. En Sundance encantó, el argumento es cuanto menos interesante. La protagonista es una hermana Olsen (que no una de las gemelas), de la que se ha hablado maravillas de su trabajo en la peli, el excepcional y camaleónico John Hawkes encarna al líder de la secta y ¿os he dicho ya que sale...


...uno de los hombres más guapos del planeta? Pero eso es circunstancial, aquí estamos para hablar de arte y temas elevados... Pero como no se me ocurre mejor manera de acabar la entrada que con una foto de Hugh Dancy, tal vez sea lo mejor dejarlo aquí. Pero volveré con noticias frescas. Cannes nos espera, y este año promete.