martes, 22 de febrero de 2011

... Nominee Nº3. Toy Story...3!


La tercera de las películas que componen la galería de triunfadoras del año para la Academia de Cine de Hollywood, es a su vez una tercera parte, en concreto la tercera parte de una de las sagas más exitosas de la historia del cine. Es probablemente la película nominada que todo el mundo ha visto. La que ha obtenido mejores críticas a lo largo del año y la que es capaz de llegar a un sector más heterogéneo de público. Imposible no enamorarse de ella. Es, por supuesto, Toy Story 3.


Para un público tan amplio como la población mundial, pero sin embargo, dirigida a emocionar especialmente a todos aquellos que éramos niños en la primera entrega de la serie. Quienes hemos crecido con Woody, Buzz y compañía, veíamos, quince años después, cómo la historia llegaba a su fin. Quince años en los que primero nos enseñaron a aceptar lo que somos,así como el poder mágico de la amistad, capaz de hacernos volar, perdón, caer con estilo, allá donde nos propusiéramos siempre que hubiera un amigo en mí. Posteriormente, fue necesario un secuestro por parte de un coleccionista para aprender de qué sirve ser uno mismo si no se da a los demás. Y por supuesto, la amistad, siempre la amistad por encima de todo estaba allí para salvarnos en clímax de auténtico infarto, ya fuera en carreteras, ascensores o aeropuertos.

Ahora han pasado más de diez años de la última vez que jugamos con Woody y Buzz, y los tiempos han cambiado. Y la compañía más revolucionaria en el uso de las nuevas tecnologías, la que en su día fue auténtica pionera, la mismísima Pixar, se pone nostálgica, y en tiempos de videoconsolas, móviles y redes sociales, echa de menos a los muñecos articulados y las casas de cartón.  Y entona este canto de cisne para cerrar su trilogía más exitosa. Una despedida a un tiempo, a un sentir, a una forma de jugar y por tanto, de ver el mundo de vivir. Es el adiós a la infancia de Andy, ese niño que somos todos, y el fin de la infancia de Pixar. Porque cuando SPOILER los juguetes protagonistas son arrastrados hacia el fuego al final de la película, en una escena que nos sacudió a todos, y éstos juntan sus manos afrontando juntos (siempre la amistad) su trágico destino, es mucho más que plástico lo que va a ser derretido: es toda la vida que encierran esos juguetes ,  así como todos los recuerdos y experiencias de unos años que irremisiblemente llegan a su fin. Pero al final son salvados. Porque el tiempo pasa, pero la infancia sigue con nosotros, y Andy no podrá evitar una cierta melancolía cuando vea un muñeco de vaquero, de la misma manera que algo de la locura de ese tiempo pervivirá con él, pasen los años que pasen. FIN SPOILER


Y sí, la película es una despedida, un poético final a la marcha de Andy a la Universidad, a "hacerse adulto". Pero también es un relevo, un grito de esperanza a las nuevas generaciones en forma de la maravillosa niña Bonnie, una de las mejores incorporaciones a la saga, junto con sus geniales juguetes (inmejorables los chistes sobre la interpretación); a salvar una forma de jugar y por tanto, una vez más, de ver el mundo con creatividad e imaginación, algo que asusta que llegue a perderse. Bonnie y sus juguetes "del método" nos regalan algunas de las mejores y más divertidas escenas de la película. Pero la película, a su vez, no se ahorra los detalles oscuros,teniendo estos la forma rosada y perfumada de otra magistral aportación a la serie: Lotso, el oso abracitos. No sé vosotros, pero para mí,  las películas de Toy Story siempre me han parecido las más adultas películas de animación, por ello desde pequeño las observaba con menor simpatía. Porque esta sensación de "película adulta" en este caso se refleja en personajes duros, con frustraciones y en ocasiones con mucho rencor y rabia acumulada. En este caso, todo ese odio viene de la mano de Lotso, un juguete que infunde temor y se hace respetar por los demás, y que en varios momentos de la película expone la realidad del juguete de una forma cruenta y tal vez demasiado clara para los más pequeños: los juguetes no son nada, en seguida pierden su utilidad, si no les rompen, en el fondo llevan una existencia que supone un nacer para morir olvidados. Recuerdo que la primera vez que vi esta maravilla en el cine pensé en lo metafísica que llegaba a ponerse en algunos momentos. Es, con diferencia, aunque la primera también tenía sus momentos, la película más reflexiva sobre la propia condición de los protagonistas. Un final de traca en la que los juguetes, explícitamente, sin tener que buscar una doble lectura a las imágenes vistas,  se plantean el sentido de su existencia. ¿Cabe entender la palabra juguete por la palabra infancia en este caso, y de este modo hablamos de una película en la que, por mucho que nos cuente lo destinada a la muerte que parece la infancia en un periodo como lo es la transición de la adolescencia a la edad adulta, ésta (y por ésta me refiero a su inocencia, su ingenuidad y falta de prejuicios) luchará por permanecer con nosotros, para estar ahí siempre que la necesitemos? ¿de verdad es justo tener que pensar en esto cuando he pagado por reírme viendo dibujitos?



Porque, independientemente de todo, lo que no deja de ser Toy Story 3 en ningún momento es una película divertidísima y repleta de acción trepidante y secuencias de absoluto ingenio. Todo ello mediante la animación más cuidada que imaginarse pueda el ojo humano. Así quedan para el recuerdo set pieces como la inicial que nos retrotrae a los comienzos de la trilogía y sirve de presentación de la troupe o el escape de la guardería con momentos incomparables como los que envuelven al mono-vigía o al "cambio de cuerpo" del señor Patata. Además, los maestros de Pixar siguen asombrándonos por su devoción a cada pequeño detalle (los andares de Barbie y Ken, el cambio de registro en Buzz cuando se vuelve flamenco, distinguible incluso en su mirada ¿hay mejor actor en el mundo que ese muñeco), y lo que siempre me impactará a mí, la manera de "mover la cámara" en una película que no es de imagen real, colocando el objetivo en los lugares más insospechados (preciosa en ese sentido la salida nocturna de Buzz al interior de la máquina expendedora), o directamente variando de técnicas según la escena lo requiera (como el uso de la cámara en mano cuando los niños de la guardería juegan salvajemente con nuestros protagonistas). Mención especial merece la genialidad de los responsables de la película en la creación de espacios y la paleta de colores usada en cada momento


En cada fotograma queda patente el interés de la compañía por apostar por el entretenimiento ineligente, resultando la película siempre entretenida y siempre inteligente, así por apelar a los sentimientos más elementales, emocionando como siempre, a todo el mundo, seas de la edad que seas. Vale, puede que los temas elegidos siempre sean muy "emocionables", pero lo hacen tan bien...  Y puede que la película no sea la mejor de la compañía, que caiga en algún momento de humor fácil, tenga chistes mal llevados (personalmente, aún tengo sentimientos encontrados hacia el personaje de Ken) o que precisamente el exceso de personalidad de algún personaje nos provoque irritación y no aporte nada a la historia ( te estoy mirando a ti, Jessie); sin embargo al final las virtudes priman de tal manera que los posbiles defectos o concesiones a la galería quedan casi anulados. Y desde luego, es de alabar que decidan poner fin a la trilogía siendo conscientes de la trascendencia del acontecimiento, poniendo el broche no solo con dignidad, sino consiguiendo la mejor entrega  de la saga, al menos a ojos de quien esto escribe.




 Y por mucho que las películas de animación tengan su propia categoría/gueto para ser nominadas y premiadas, cuando un claro ejemplo del mejor cine del año, animado o no, se encuentra en el cine de animación, bien merece la película de marras ser incluida en la categoría reina. Este año así ha sido y con la cabeza bien alta, Toy Story 3 es una de las nominadas a Mejor Película del año. Esta vez no os recomendaré que veáis la peli, seguro que todos lo habéis hecho ya, no en vano llevábamos quince años esperando tan mítico momento. Solo, para finalizar, como viene siendo costumbre, os recuerdo sus opciones a premio. Toy Story 3 está nominada en cinco categorías, incluyendo Mejor Película (¿posible sorpresa para premiar lo que para algunos es una trilogía redonda?), Mejor Película de Animación (Oscar cantado), Mejor Guión Adaptado (estupidez de la Academia justificándose en que al ser una película a partir de otras ya existentes el guión es adaptado, poco importa que la historia sea totalmente original. De este modo anula sus opciones a premios, pues es imposible competir contra La Red Social), Mejor Canción (horrible tema de Randy Newman con serias posibilidades de premio) y Mejor Montaje de Sonido. ¿Cuál será su suerte el domingo?

2 comentarios:

  1. 15 años ya ¿Eh? Buah, Deivid, no me había planteado tan profundamente lo que puede significar para los de nuestras generaciones ésta película, incluso me ha emocionado tu entrada (di que en el fondo soy un blando, y, con la película, terminé llorando)
    Quiero comentar un momento (SPOILER) que me impacto de la película, es muy pequeño, pero creo que marca muy bien hacia donde va a apuntar toda la trama: Los soldaditos verdes, que en las dos entregas anteriores eran símbolo de juguetes que saben planificar bien las cosas, de gran valor, que no temen el sacrificio...ven tan cruda la situación que deciden pirarse en paracaidas al poco de empezar la película, me pareció una forma brutal de empezar a generar una auténtica tensión esquizoide de "nos van a tirar, nos van a tirar..." ¡Gracias por tu blog!

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  2. Ey, Óscar!!

    Que no me había dado cuenta de tu comentario! Qué ilusión! Muchas gracias, es cierto lo de los soldados, no me había dado cuenta, ellos que están siempre ahí y no temen morir aplastados por niños en fiestas de cumpleaños, ya al comienzo tocan retirada... A mí la peli también me emocionó muchísimo, y es que me fijo que a quienes más ha llegado es a la gente de nuestra edad, yo creo que somos también los que más significado le encontramos a que esta trilogía llegue a su fin y la forma en la que lo hace.

    ¡Muchas gracias por escribir! ¡Un abrazo!

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