Las nominaciones a los Goya han llegado y a seis pelis han contentado. Solo a seis. No quería empezar el comentario sobre las nominaciones con una queja, especialmente cuando se trata de una de las mejores alineaciones a mejor película que he visto en la historia de estos premios, tal vez la mejor. Pero si uno se para a leer la lista de nominados, observa que da igual que categoría esté leyendo, siempre se trata de una combinación de cuatro títulos de entre seis. Y es una pena, porque ha sido un año muy bueno para el cine patrio. Puede que no sea un año que se recuerde por recaudaciones históricas, como el año anterior, ni por la presencia de nombres de relumbrón, este año no ha habido Amenábar, ni Almodóvar, ni Díaz Yanes, ni Garci... Ni siquiera un Torrente. Ha sido un año más de joyas escondidas, de descubrimientos que de películas - acontecimiento. Pero qué descubrimientos. Lástima que la Academia tenga tan mala memoria y solo recuerde lo último estrenado o lo recibido con más fuerza.


Me encantan las nominaciones a Buried (Enterrado), película que parecía destinada a romper taquillas y se quedó en peli de culto para los que la disfrutamos en el cine y sufrimos con Paul Conroy, a la vez que asistíamos boquiabiertos a ese prodigio de la técnica y la narrativa que Rodrigo Cortés nos regalaba. Especialmente acertadas encuentro sus candidaturas a la fotografía de Eduard Grau, que es no solo creativa y hermosa, sino absolutamente efectiva; así como a la banda sonora de Víctor Reyes (la mejor de las cuatro candidatas) y, por supuesto, las nominaciones a montaje y direccón de Cortés, así como el merecidísimo nombramiento a su inolvidable protagonista, Ryan Reynolds. De todas formas, no deja de ser esta última nuestro anual homenaje a la estrella internacional a la que después nunca premiaremos. Bienvenido señor Reynolds, a esta peculiar familia formada por Nicole Kidman, Viggo Mortensen, Sarah Polley, Rachel Weisz...



Finalmente, con las que se quedaron a las puertas de conseguir puesto en el cuarteto ganador y que también han acaparado nominaciones no estoy ya tan contento. Desde luego la nominación a Bardem es obviamente merecida, está espectacular en la película y solo él hace que al final no te arrepientas del tiempo que le has dedicado a la mediocre película de Iñárritu. Pero ahora, vale que la Wagener es una actriz como la copa de un pino, y la verdad es que no está nada mal en los VEINTE SEGUNDOS que sale. No puede decirse lo mismo de Eduard Fernández, que a pesar de su ubicuidad, este año no me ha convencido en ninguna de sus actuaciones. A pesar de todo lo prefiero en Pa Negre que en este Biutiful. Y nominar a la susodicha por un guión tan redundante y gratuito es terrible, así como ciertas nominaciones técnicas que han dejado fuera a trabajos muy superiores. Las de Lope, sin embargo son algo más lógicas, premiando a su más que correcta ambientación particularmente (pero que no aporta nada nuevo). Especialmente contento porque se hayan acordado de Pilar López de Ayala, que está sensacional, aunque se eche de menos a la Watling. Pero no hay sitio para todo el mundo, hay que nominar a Pávez y Wagener, así que bien que se hayan decantado por Ayala.
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Y el Goya no es para... |
Pero un año son muchas películas, y seis películas no definen un año. Como decía antes, las nominaciones han pecado de repetitivas y de olvidadizas. Han pasado por alto innumerables trabajos que podrían habernos gustado más o menos, pero nos darían un panorama más completo de lo que ha dado de sí este 2010. Voy a hablar solo de lo que yo he visto, a lo que supongo se podrían sumar Amador, Carne de neón, El dios de madera, alguna nominación más a Elisa K. o La Mosquitera, las actrices de Planes para mañana, el abandono a Los ojos de Julia en todo menos en su protagonista, la falta de nominaciones a películas como Agnosia (con una, dicen, y es fácil de creer siendo quien es, estupenda Bárbara Goenaga) o La herencia Valdemar, que si bien no han sido bien recibidas, sí hacen gala de una gran factura técnica. Una mención a alguno de los miembros del reparto de la por otro lado olvidable Una hora más en Canarias hubiera sido muy agradable. El mal ajeno dista mucho de ser una película perfecta, pero cuenta con un guión muy interesante y con muy buenas interpretaciones de Clara Lago y sobre todo de Cristina Plazas. María y yo es un documental conmovedor que asombra por lo artístico de su planteamiento y lo inusual de su propuesta (no deja de ser la adaptación de un cómic). Una pena que solo hayan pensado en ella para documental, y hayan prescindido de nombrarla en dirección novel o en guión adaptado (categoría sacudida por la inclusión de Tres metros sobre el cielo).
Héroes puede que séa una película demasiado almibarada y bastante manipuladora y tramposilla, pero su ternura y ejercicio nostálgico podrían haberse visto recompensados con alguna que otra nominación. Los niños están todos muy bien, y Álex Brendemühl, puede que sea el mejor de todo el reparto, su composición resulta conmovedora, y después del año que ha tenido, siendo también muy notable su actuación en Rabia, su olvido resulta aún más hiriente.
La Isla Interior es una película que goza de alguna de las mejores interpretaciones patrias de este año, en especial la hilarante creación de Cristina Marcos, pero San Juan, Peña, Chaplin y Bugallo están todos increíbles. Y el guión, la forma de tratar la enfermedad mental dentro de la familia, y las consecuencias de su banalización, la manera de mostrarnos la relación de una familia enferma, inadaptada con una sociedad que no entiende es no solo algo nunca visto, sino que provoca auténtico dolor. La pareja de curioso nombre Dunia Ayaso y Félix Sabroso necesitan y pronto un reconocimiento de la Academia por su filmografía imprevisible y sorprendente. Pero como se estrenó pronto ¿quién se acuerda?



Y la película de la que más me duele que se hayan olvidado de una manera casi absoluta (suerte a David Pinillos, mereces ese Goya!), y es una pena tras lo bien que funcionó en taquilla y su triunfo arrasador en Málaga. Bon Appétit es una película cuya falta de pretensiones o altas miras no deben confundir con una película "buena, sin más", pues es una película necesaria para nuestro cine, pues muestra una forma de entender las relaciones sentimentales que nunca habíamos visto, una película romántica con protagonistas jóvenes en la que lo que predomina es la nostalgia y la melancolía, los sentimientos agridulces, las emociones que nos provoca el viaje a otro lugar y la vuelta a la tierra. Una película tan tierna y delicada, tan triste pero a la vez tan optimista, con una sensibilidad tan depurada y bien desarrollada que es un horror que no haya consguido más de una nominación. En especial para ese inconmensurable Unax Ugalde, nacido para gobernar la gran pantalla y para encarnar al modelo de protagonista romántico; así como para la preciosa, fresca, espontánea y rebosante de carisma y energía Nora Tschirner. Una pena que el montaje siempre parezca destinado para películas más dadas a las piruetas, porque el de Bon Appétit, discreto como la propia película, es de una solidez y una sutileza muy premiables. Así como el de un guión a prueba de balas y con una historia con la que todos empatizamos, sin caer en tópicos ni lugares comunes. Ahí quedan para el recuerdo el paseo telefónico a altas horas de la madrugada entre los dos protagonistas, el viaje a Bilbao y el emotivo final. Y no podría estar nominada a nada pero su inteligentísima y cuidada selección musical es para darle Goya especial. Perosobre todo Unax. El mejor de este año y sin premio ni nominación. Una película que debería haber corrido mejor suerte.
Finalmente, a pesar de sus quince nominaciones, duele que la que más hubiera merecido Balada se quede en el tintero: Areces, maravillso Areces que te lo mereces todo por tu payaso triste, desde aquí no te olvidamos. Podrían haberse olvidado a de la Torre. Quince nominaciones que son demasiadas pero no suficientes. Así son los Goya.
En resumen, que a pesar de los numerosos y muy loables aciertos mi sensación fue un poco de disgusto porque los olvidos fueron demasiados y la presencia de las triunfadoras, excesiva se mire por donde se mire: quince, catorce, trece son demasiadas para una sola película. Para el próximo quince de febrero, mucha suerte para todo lo que puedan rascar Habitación en Roma y Bon Apettit, pero sobre todo, es casi imposible, pero toda la suerte del mundo para Pa Negre!!! Después de mucho pensar y con cómo ha ido creciendo esta película en mi memoria, creo que es definitivamente mi favorita.El quince de febrero hay que estar lo más cerca posible del bellísimo Teatro Real para salir de dudas.
Muy trabajada la entrada y me gusta la estética del blog, estoy seguro de que hará las delicias de los cinéfilos. Tal vez un poco larga, pero oye, chico, para eso estan los blogs, que lo lea quien quiera.
ResponderEliminarP.D.: Ponte un contador de visitas¡Que luego hace mucha ilusión!
Me gusta mucho tu análisis. Me ha ayudado a recordar todas esas pelis que hubieran dado más interés a las nominaciones. Yo añadiría una más que es excelente: Nacidas para sufrir, de Albaladejo. Grandes actuaciones, y un guión muy bueno.
ResponderEliminarTomo nota, esa peli se me escapó, me encantan sus actrices principales y Albaladejo me suele gustar. Muchas gracias por tu recomendación, y me alegra mucho que te guste el análisis.
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